Por Ovul Sezer, Kelly Nault y Nadav Klein
Harvard Business School Publishing Corp para Avalian
La pandemia del Coronavirus nos dejó sin poder continuar con nuestra rutina habitual de trabajo. Para muchas personas, cruzarse con los compañeros en el pasillo y escuchar a los jefes decir “gran trabajo” después de un día difícil eran los momentos más destacados en la vida de oficina. Sin las interacciones casuales con nuestros compañeros, puede ser mucho más difícil encontrar la alegría en nuestro trabajo. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?
Les ofrecemos una sugerencia: la amabilidad.
Comprometerse a ser amable puede aportar muchos beneficios. Por ejemplo, practicar la amabilidad puede tener un efecto positivo en los compañeros. Ser reconocido en el trabajo ayuda a reducir el agotamiento y el ausentismo de los colaboradores, además de mejorar su bienestar, Recibir elogios puede ayudar a las personas a sentirse más realizadas, impulsar su autoestima, mejorar sus autoevaluaciones y desencadenar emociones positivas.
La amabilidad también puede ayudar a que la vida tenga un mayor significado.
Por último, como descubrimos en una nueva serie de estudios, hacer cumplidos puede hacernos incluso más felices que recibirlos, y tiene un efecto de bola de nieve. Esto conduce a una cultura de generosidad dentro de la organización.
Los efectos de la amabilidad en los resultados empresariales también están bien establecidos. En un reconocido estudio que analizó más de 3,500 unidades de negocio con más de 50.000 personas, los investigadores descubrieron que los actos de cortesía, ayuda y elogio estaban relacionados con los objetivos principales de las organizaciones. Mayores índices de estos comportamientos eran predictivos de productividad, eficiencia y menores índices, de rotación.
Al ofrecer cumplidos y elogios a los colaboradores, los líderes tenderán a motivar a los miembros del equipo para que repliquen dicho comportamiento, creando normas de amabilidad entre ellos .
Segundo, los líderes pueden apartar tiempo durante las reuniones de Zoom para una “ronda de amabilidad” donde los miembros del equipo sean libres de reconocer el trabajo de los demás. No es necesario dedicar mucho tiempo, incluso unos minutos a la semana serán suficientes.
En tercer lugar, se puede considerar entregar pequeños bonos instantáneos. Compañías como Google han utilizado sistemas de “bonos entre pares”, animando a los empleados a enviarse entre sí pequeñas cantidades de dinero (procedentes de un fondo de la organización) para mostrar su agradecimiento por un trabajo especialmente eficaz.
El poder de la amabilidad puede mitigar los efectos nocivos de nuestro mundo social cada vez más conectado. Se trata de una habilidad de liderazgo esencial, que puede transmitirse a través de las personas y cambiar la cultura del lugar de trabajo.